José y su primer Email. (Cuento)

El primer compatriota en enviar un email en Chile fue José Miguel Piquer (el sr. de arroba, perdón arriba). Según su biografía en su sitio web cuenta lo siguiente: "..Me tocó la suerte de participar en la historia de la Internet chilena, enviando el primer email entre los Departamentos de Computación de la Universidad de Chile y de la Universidad de Santiago, inscribiendo el dominio .CL en 1987 y en la conexión a la internet en 1992."

¿Qué contenía ese correo electrónico?, ¿qué día fue? ¿cuál era exactamente la dirección del correo de origen?, ¿le costó hacer el @? Bueno son preguntas que nunca le haría si me lo hubiese topado en algún pasillo de la Universidad. Si me lo encuentro por ahí, le haría una simple pregunta, tal vez muy estúpida: ¿Si existe algún cementerio de correos electrónicos donde ir a echar un vistazo?

Ese correo que redacté en una sala de Computación de la UCV cuando "estudiaba" para ser profesor de Inglés. Aún recuerdo ese día que me entrega su tarjeta de presentación, donde venía su nombre completo, y debajo veo nuevamente su nombre con muchos números y un "a" minúscula media extraña con cola que rodeaba la letra. (La historia del @ es bien interesante, pero es para otro capítulo) y luego el nombre de una universidad en la capital de la República Checa.

Pasó el tiempo, la tarjeta era de ese considerado "primer amor" que había regresado a su país. Sólo tenía de ella un código secreto,más que un número donde ubicarla, y había que descifrarlo.

Y así llegué muy entusiasmado a esa típica clase ñoña o nerd de Word. Y yo a los pocos instantes de precalentamiento del computer, ya estaba haciendo click en la "e" de Internet, que automáticamente empezó a chillar como cerdo. No era el único, por eso no me descubrieron, la mayoría estaba ingresando a páginas alienígenas. Yo de frente al computador, yo de frente a un formulario. Puse la tarjeta de presentación debajo del teclado solo apoyando el borde superior sin tapar ningún código, ninguna letra. Y el mouse apoyado en el cuaderno universitario azul de la "U". El lápiz pasta atravesado en mi boca como señal de que ésto era más que un desafío, era enfrentarse cara a cara con algo desconocido.

Mientras el profesor que nunca me acordaré de su nombre, explicaba como abrir una página en blanco en Word, yo anotaba lentamente mi email de la Universidad y el destinatario... terezielednika64363543454333...ahora venía el momento del "@" o arroba, que no estaba en el teclado. Levanté la mano estúpidamente, interrumpiendo la clase, y el profe raudamente subió las escalinatas llegando al lado mío, inclinando su cuerpo para quedar con su mouse en la mano...miró la pantalla, y antes que dijera algo, o hiciera click en la x de la esquina, le dije en voz alta y seria que tenía que enviar un correo electrónico urgente a República Checa y que no tenía idea donde estaba la tecla de esa "a" fleta.

El profe dudó, hizo unas pruebas, hasta que apareció por arte de magia el bendito "@". No me explicó cómo lo hizo, sino dejó el mouse en un costado y se fue a ayudar otro compañero que se le había quedado pegado el computador.

Solo quería saber de ella. Fue un correo corto, muy tímido, demasiado digo yo.

No tuve respuesta, tal vez nunca se envió. Tal vez tenía que haber hecho una prueba como lo hizo José Miguel Piquer. No lo se.